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Impresionismo americano: Una nueva visión. Galerías Nacionales de Escocia

John Singer Sargent - Claude Monet pintando al borde de un bosque

John Singer Sargent
Claude Monet pintando al borde de un bosque, 1885

Mary Cassatt - Niñas en la playa

Mary Cassatt
Niñas en la playa, 1884

Impresionismo americano. Galerías Nacionales Escocia ‘Impresionismo americano: Una nueva visión’ reúne unas 80 pinturas de algunos de los más famosos artistas americanos, como James McNeill Whistler, John Singer Sargent y Mary Cassatt. Del 19 de julio al 19 de octubre de 2014.]]>

Fuente: National Galleries of Scotland

La exposición refleja el impacto del impresionismo en los estadounidenses que trabajaron en el extranjero en el período de entre 1880 y 1890, y los que trabajaron en el país en la década siguiente. Comienza con icónicas pinturas de Cassatt y Sargent, que mantuvieron amistad con los impresionistas franceses -en particular, Monet y Degas- y participaron en el desarrollo y promoción de esta nueva y revolucionaria forma de pintar.

Más que cualquier otro artista estadounidense en Francia, Mary Cassatt (1844-1926) ayudó a dar forma impresionismo. A través de sus amistades con los artistas franceses Edgar Degas y Berthe Morisot, la artista participó en cuatro exposiciones impresionistas entre 1879 y 1886. Dos de sus mejores obras, «Niñas en la playa» (1884) y «Joven en una ventana» (c.1884), se expusieron en la octava y última exposición impresionista en París en 1886, y se incluyen en la exposición de Edimburgo.

John Singer Sargent (1856-1925) fue uno de los jóvenes artistas de América del Norte que trabajabó en Giverny, Normandía, a finales del siglo XIX. Desarrolló una estrecha amistad con Monet, y lo visitó en su casa de Giverny en varias ocasiones; inmortalizó sus sesiones de trabajo compartidas en su pintura de 1885 «Claude Monet pintando al borde de un bosque». El lienzo muestra al artista francés en el proceso de pintar un lienzo que ha sido identificado como «Prado con almiares cerca de Giverny», una de las primeras obras de su famosa serie de pinturas sobre almiares.

Otros artistas asimilaron el impresionismo de una manera más gradual: Theodore Robinson (1852-1896) experimentó con los efectos cambiantes de la luz mientras trabajaba al aire libre junto a Monet en Giverny, como se ve en su luminosa pintura «Flores en Giverny» (1891). Frederick Childe Hassam (1859-1935) incorporó los sujetos y colores impresionistas en sus más tradicionales imágenes de ‘estilo Salon’, usando colores brillantes para capturar el efecto de un día soleado en su «Día de Gran Premio (le jour du grand prix)», c.1888.

En Estados Unidos, los artistas se dedicaron al impresionismo poco más tarde. Entre 1890 y 1900, los pintores tales como Hassam, William Merritt Chase, Edmund Tarbell y John Twachtman adaptaron el Impresionismo, utilizando sus códigos en escenas que representan sus países de origen, y creando una nueva visión para una audiencia americana. Sus temas incluyeron los parques de Nueva York, las playas de la costa este, los pueblos de Nueva Inglaterra y, por supuesto, la imagen de la mujer americana. Colores prismáticos, pinceladas rotas y sombras púrpuras llegaron a ser frecuentes en las exposiciones de Nueva York, Filadelfia y Boston a principios de la década de 1890.

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