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‘Calder en los Alpes’ – Hauser & Wirth Outdoor Sculpture

Alexander Calder - Six Planes Escarpé

Alexander Calder
Six Planes Escarpé
1967
Metal, clavos y pintura
302.3 x 396.2 x 381 cm

‘Calder en los Alpes’ – Hauser & Wirth Outdoor Sculpture Del 14 de julio al 30 de septiembre de 2016, Hauser & Wirth presenta una exposición de esculturas monumentales al aire libre de Alexander Calder, marcando la primera vez que este extraordinario ‘corpus’ de obras ha sido expuesto en Suiza.]]>

Fuente: Hauser & Wirth

Situada en el espectacular paisaje montañoso de Gstaad, la exposición cuenta con un móvil y cinco ‘stabiles’ de los años 60 y 70, instalados en lugares públicos, incluyendo Lauenensee, Kirche Saanen, y en los terrenos del hotel Le Grand Bellevue en Gstaad.

Calder concentró sus esfuerzos en la fabricación de esculturas al aire libre en una escala monumental durante la última parte de su carrera, volcándose en grandes comisiones de ciudades, museos y universidades de todo el mundo, y trabajando en el camino con arquitectos de renombre. Un cambio de paradigma en la historia de la escultura del siglo XX, sus obras de gran escala en materiales industriales revelan la fascinación de toda la vida del artista con la energía y el espacio, y la creación de una nueva relación entre el objeto y el medio ambiente. Con estas obras elegantes y fluidas, Calder desata realmente su creatividad e ingenio para mantener el equilibrio compositivo, impregnando la forma tradicional escultural con un dinamismo y torsión que contradice su naturaleza estática.

Entre las obras expuestas está ‘3 Flèches Blanches’ (1965), que destaca por su movimiento elegante, siendo el único móvil de la exposición. Mostrada por primera vez en retrospectiva póstuma del artista en Turín en 1983, la escultura aparentemente delicada es capaz de mantenerse firme, ya sea en frente del edificio Seagram de Mies van der Rohe en la ciudad de Nueva York, donde fue instalada por última vez, o junto al dramático paisaje rural de Gstaad.

‘Tripes’ (1974) tiene una calidad sorprendente curvilínea poco habitual en obras monumentales de Calder. Con brazos biomórficas que se extienden en una multitud de direcciones, el trabajo irradia energía, activando el espacio circundante.

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