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Un Americano en Londres: Whistler y el Támesis – Smithsonian’s Arthur M. Sackler Gallery

Whistler - Nocturne: Battersea Bridge

James McNeill Whistler: «Nocturne: Battersea Bridge«, 1872—1873
Pastel sobre papel marrón
18.4 x 28.1 cm
Freer Gallery of Art,
Regalo de Charles Lang Freer,F1904.64a-c

Whistler - Nocturne: Blue and Gold

James McNeill Whistler: «Nocturne: Blue and Gold — Old Battersea Bridge«, ca. 1872—1875
Óleo sobre lienzo
68.3 x 51.2 cm
Freer Gallery of Art,
©Tate, Londres 2013, Legado por The Art Fund, 1905

Un Americano en Londres: Whistler y el Támesis ‘Un Americano en Londres: Whistler y el Támesis’ es la primera gran exposición dedicada al tiempo que Whistler pasó en Londres, y la mayor exposición de su obra en EE.UU. en casi 20 años. Smithsonian’s Arthur M. Sackler Gallery, 3 de mayo al 17 de agosto, 2014.]]>

Fuente: Smithsonian’s Arthur M. Sackler Gallery

La exposición muestra imágenes cambiantes de las icónicas orillas del Támesis, que revelan cómo Whistler llegó a ser uno de los artistas más innovadores y originales del siglo XIX, mientras Londres se convertía en una ciudad moderna.

«Un americano en Londres» se centra en el período situado en las décadas de 1860 y 1870, cuando Whistler (1834-1903) adaptó el estilo realista que desarrolló en París a una estética más personal: «art for art’s sake (arte por el propio arte)». Transformó escenas de la vida contemporánea, especialmente las que tenían lugar a lo largo de la orilla del río Támesis, en vistas poéticas de la ciudad, llenas de color y atmósfera. Fue durante este tiempo cuando el pintor comenzó a dar a sus obras títulos musicales como «arreglo», «sinfonía», y «nocturno», y se inspiró en los grabados japoneses, algunos de los cuales están incluidos en la exposición.

«Whistler desarrolló radicalmente nuevos modos de expresión como respuesta a los cambios en el mundo que observaba desde su ventana en el barrio londinense de Chelsea«, explicó Lee Glazer, curador de arte americano de las Galerías Freer y Sackler. «A través de la poesía visual de sus «acuerdos» y «nocturnos», (Whistler) reafirmó el valor de la belleza, dotando de estética a la pérdida y a la alienación que muchos victorianos asociaban con la vida moderna

Durante este tiempo, Londres era en un ciclo casi constante de destrucción y reconstrucción. Monumentos históricos -tales como el puente de Battersea, uno de los favoritos de Whistler- se modificaban o demolían para dar paso a mansiones, fábricas y otras estructuras modernas. El río, sin embargo, mantuvo su importancia central tanto en la obra de Whistler como en la vida de la propia ciudad.

«Un americano en Londres» también cuenta con retratos de Whistler y sus asociados, dando vida a los personajes que rodearon al artista durante este momento crucial en su carrera, así como fotografías históricas y mapas que detallan los barrios de Londres donde vivió y trabajó.

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