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Pieter Brueghel the elder · El Triunfo de la Muerte

1560 – Óleo sobre tabla – Madrid, Museo del Prado

Comúnmente se establecen paralelismos entre la obra de El Bosco y la de Bruegel, pero lo cierto es que las diferencias entre ambos son abismales. Mientras que las fantasías de El Bosco nacen de una profunda decepción y preocupación por el ser humano, con un mensaje claramente moralizante, las obras de Bruegel (tanto esta como “Los proverbios holandeses” o “Juegos de niños”) están cargadas de ironía y de un amor por la vida rural que parece anticipar el paisajismo holandés del siglo posterior.

Incluso en una obra tan trágica como esta, la ironía de Brueghel es fácilmente advertible. La muerte avanza imparable, y no hace distinción entre hombres y mujeres, ricos o pobres, o justos o pecadores. Un rico caballero observa impotente como las hordas esqueléticas le roban todas sus monedas, mientras uno de los demonios le muestra un reloj de arena en actitud burlona. Otro de estos demonios ofrece en bandeja una calavera a una de las mujeres comensales, mientras una pareja de enamorados, ajenos a la apocalíptica escena, continúan con sus canciones de amor

Texto: G. Fernández, theartwolf.com

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El Triunfo de la Muerte