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Un Rothko restaurado regresa a la Tate Modern

Rothko - Black on Maroon

Mark Rothko: «Black on Maroon (Negro sobre Granate)«, 1958
Varios materiales sobre lienzo, 2286 x 2070 mm
Regalado por el artist mediante la American Federation of Arts 1969
© Kate Rothko Prizel and Christopher Rothko/DACS 1998

Restoring Rothko – Tate

Un Rothko restaurado regresa a la Tate Modern El ‘Black on Maroon (Negro sobre Granate)’ (1958) de Mark Rothko regresa a la vista del público de la Tate Modern, tras 18 meses de restauración intensiva llevada a cabo por el equipo de restauración de la Tate.]]>

17 de mayo de 2014, fuente: Tate Modern

Esta pintura, uno de los icónicos murales Seagram que Rothko donó a la Tate en 1970, fue objeto de un acto de vandalismo con tinta de graffiti en octubre de 2012. Desde entonces ha sido objeto de una investigación detallada y su consiguiente restauración, con el apoyo de Tate Patrons y varias donaciones al Tate Fund, y regresa ahora a la exposición gratuita de la Tate Modern.

Las obras de Rothko son famosas por la sutileza de sus superficies de capas, que incluyen combinaciones complejas de aceites, pigmentos, colorantes, resinas, óleo y pegamentos. Antes de tratar de restaurar «Negro sobre Granate», sus múltiples capas de diferentes materiales tuvieron que ser analizados a partir de muestras microscópicas, basándose en la investigación detallada realizada para la exposición de Rothko en la Tate Modern en 2008. La tinta de graffiti había penetrado en varias de estas capas, lo que requería el uso de un disolvente químico que pudiera eliminar esta tinta sin dañar de gran modo a la pintura original. La Doctora Bronwyn Ormsby trabajó con distintos compañeros y compañeras para encontrar la mejor solución posible: una mezcla de alcohol de bencilo y lactato de etilo.

En el proceso se utilizaron varios lienzos de pruebas especiales para evaluar los disolventes y métodos de limpieza adecuados. Basándose en una extensa investigación, el equipo de tratamiento creó una muestra pintada a gran escala que intentaba representar con precisión las capas de la pintura, procediéndose al envejecimiento artificial de la muestra con calor y luz para aproximarla a las propiedades de los materiales de la pintura original de 1958. La familia Rothko también donó un lienzo para la prueba adicional, uno que el artista había preparado con pintura granate durante la comisión Seagram en la década de los 50.

Utilizando los meticulosos métodos de limpieza y retoque perfeccionados durante este proceso de prueba de 9 meses, Rachel Barker, parte del equipo de restauración de la Tate, pasó otros 9 meses trabajando en «Negro sobre Granate». Se quitó cuidadosamente la mayoría de la tinta de la superficie antes de utilizar materiales reversibles para restaurar la propia superficie de la pintura. Toda esta labor de investigación y conservación se llevó a cabo en estrecha consulta con la familia Rothko y con expertos internacionales con larga experiencia de trabajo con las pinturas de Rothko.

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